22 de febrero de 2021

Cómo complementar la pensión pública con la vivienda

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Los miembros de la generación “baby boomers” (los nacidos entre 1960 y 1975) se preparan para vivir su tercera vida impregnada de todo lo que han aprendido, enfrentándose al gran reto de la longevidad que les hará coexistir con un posible escenario de ajuste a la baja de las pensiones públicas unido a la falta de ahorro acumulado, lo que les hará sufrir un posible empobrecimiento de su nivel de vida en su época dorada debido a una mayor cantidad de personas pasivas que tendrán implícita la condición de vivir más años, lo que implica que los pensionistas que se van incorporando al Sistema de Pensiones Español serán los que más recursos necesiten debido a que serán los que más tiempo permanezcan en el mismo.

Ante este caldo de cultivo, tendrán que hacer frente a una pensión insuficiente para sus necesidades financieras, problema que se verá agravado al no disponer ya de tiempo suficiente como para generar un ahorro periódico durante su corta etapa restante de actividad, no siendo conscientes, a lo largo de su vida laboral, del beneficio que supone el ahorro para complementar el importe de la pensión pública. Entrecomillo “ahorro” porque no es exacto decir que esta generación no ha ahorrado: lo ha hecho, pero en vivienda, dejando de lado los activos financieros. España es un país de propiedades inmobiliarias donde más del 70 por ciento de la riqueza de las familias se encuentra en que su vivienda habitual es en propiedad; además, según una encuesta realizada por el Banco de España, casi el 40% tiene más de una vivienda. En ningún gran país europeo hay tanto ahorro concentrado en vivienda, llegando a ser más de 600.000 millones de euros los que las personas mayores de 65 años cuentan en su patrimonio inmobiliario. Esta circunstancia hace que esa fuente de ahorro pueda ser susceptible de convertirse en liquidez sin, en la mayoría de los casos, dejar de morar en la vivienda habitual. No nos olvidemos que la mayoría prefiere envejecer en su morada de toda la vida y dejarla en herencia a sus descendientes. Esa liquidez bien se podría usar para potenciar los ingresos durante el periodo de jubilación.

15 de febrero de 2021

Fórmulas de retribución al accionista

La imaginación no tiene límites hasta cuando se usa con el fin de encontrar fórmulas de retribución al inversor. Las empresas están obligadas a navegar en dos mares: contentar al inversionista buscando un medio de pago que suponga el menor impacto negativo en sus cuentas. Esto hace que la estrategia de remuneración al accionista vaya más allá del clásico pago de dividendos, pasando hasta por la realización de ampliaciones de capital para evitar que tengan que pagar dinero en efectivo cuando los resultados han mermado. Cada fórmula empleada debe ser valorada por el inversor pues todas ellas tienen implicaciones fiscales importantes y una posible dilución del accionariado. 

Uno de los derechos de los accionistas, reconocido por ley, es el de participar en el reparto de las ganancias de la sociedad disponiendo ésta de diversas fórmulas para retribuirles. 

Entre las formas de retribución más habituales están: Dividendo, Scrip Dividend, Devolución de Prima de Emisión, Ampliación de Capital Liberada, Pago con Cargo a Autocartera y Prima de Asistencia a Juntas. 

8 de febrero de 2021

Acción de Oro

El fondo australiano IFM Global Infraestructure, a través de la sociedad luxemburguesa Global InfraCo, ha anunciado el lanzamiento de una posible Oferta Pública de Adquisición (OPA) voluntaria y parcial sobre el 22,69% del capital de Naturgy – Naturgy Energy Group, S.A (NEGSA) - (anteriormente Gas Natural Fenosa, es una de las grandes compañías del sector energético español), sin el objetivo de excluirla de cotización. Este hecho, ha puesto sobre la mesa el papel intervencionista del Consejo de Ministros a través de la Acción de Oro o Acción Dorada.

La Acción de Oro o Acción Dorada (Golden Share, en inglés), nunca exenta de polémica por vulnerar los principios de libre mercado, es un tipo de acción que confiere a su poseedor (suele ser un Estado o una Organización Gubernamental) el derecho de voto o de veto sobre los demás accionistas de cara a ciertas operaciones corporativas, anulando así los derechos políticos de los demás accionistas. También es usada por los Gobiernos para desincentivar a los inversores no deseados. Este tipo de títulos suelen ser habituales en las compañías públicas que han sufrido o están en proceso de una privatización. De forma asidua, puede ocurrir que este tipo de acciones estén en manos de accionistas privados como garantía o intereses particulares de un tercero. El poseedor de una Acción de Oro se asegura con ella que los cimientos fundamentales de una compañía no serán modificados por el cambio de los dueños de las acciones ordinarias. La Acción Dorada suele mostrar su brillo en los procesos de fusión, adquisición, escisión, disolución, venta de activos o cambios en el consejo de administración de una empresa, cotizada o no.

1 de febrero de 2021

Gestión Activa vs. Gestión Pasiva

El debate entre los partidarios de la Gestión Activa y la Gestión Pasiva siempre está abierto, discutiendo si merece la pena que el inversor se desgaste en encontrar los mejores valores para su cartera, o si es preferible asumir que no se van a mejorar los resultados del Mercado si se dedica a invertir en carteras que repliquen un simple índice.

Los defensores de la Gestión Activa basan su argumento en que se pueden obtener mejores resultados que los índices cubriendo con creces los sobrecostes, ofreciendo un beneficio en términos de plusvalías a los inversores. Por el contrario, los defensores de la Gestión Pasiva basan su argumento en la dificultad de encontrar activos que sean capaces de superar el rendimiento que ofrecen los índices a los que pertenecen, por lo que no vale la pena pagar ciertos costes innecesarios para el inversor.

Aunque la filosofía de inversión de ambos productos es contraria, son capaces de complementarse a la hora de obtener los mejores resultados, teniendo en cuenta que las carteras pueden estar formadas tanto por activos bursátiles como por fondos de inversión.

28 de enero de 2021

"El arte de la guerra", de Sun-Tzu

EL ARTE DE LA GUERRA está considerado como el mejor libro de estrategia y táctica militar. Su particularidad radica en que ninguna de sus máximas ha quedado desfasada y siguen vigentes en la actualidad. Siendo así, no se puede considerar como un libro sobre la guerra, pero sí un tratado que permite identificar un conflicto y buscar su solución: “la mejor victoria es vencer sin combatir”. Fue escrito hace 2.500 años por el general, estratega, político y filósofo chino Sun-Tzu. Fue libro de cabecera para personajes como Napoleón, Maquiavelo y Mao Tse-Tung; siendo, en nuestros días, de aplicación en el mundo de la empresa, los negocios y la diplomacia. El samurái Mushashi lo usó como base para escribir el famoso y más importante tratado japonés sobre la guerra: “Libro de los cinco anillos”.

Llega a Europa poco antes de la Revolución Francesa de la mano del jesuita Jean Joseph-Marie Amiot con el título de “Art Militaire des Chinois”. Desde entonces, se han hecho multitud de traducciones nombrando a su autor como Sun Wu o Sun Tzi, sin embargo, éstos, fueron seguidores.

El texto inicial se mantuvo por la tradición con bastante exactitud hasta que en 1972 se descubrió un ejemplar en muy buen estado de conservación al norte de China, fechado 130 años antes de Cristo. A partir de ahí, se han hecho las pertinentes correcciones al texto modernizando la fraseología e imponiendo mucho más sentido sin modificar la idea fundamental.

25 de enero de 2021

Los coeficientes Alfa, Beta y Volatilidad

Los coeficientes Alfa, Beta y Volatilidad forman parte de los denominados indicadores cuantitativos cuya misión es cuantificar el riesgo de una inversión. Si bien el Alfa y la Beta son indicadores que sirven de referencia a los inversores más experimentados, no es motivo para que el inversor doméstico, particular o minorista no sepa qué función desempeñan, aunque no aporten la evolución exacta del activo financiero ya que se calculan a partir de datos históricos, en función del comportamiento que han tenido en el pasado junto a su Volatilidad.

Los tres indicadores son válidos para cualquier tipo de activo financiero: bien sea una acción, una cartera, un índice o un fondo de inversión, siendo una referencia que juntas indicarán si es recomendable o no entrar en un activo anteponiéndonos a los riesgos que se puedan contraer.

No enunciaré ninguna fórmula de cálculo para ninguno de los indicadores entendiendo que no son significativas ni representativas ya que sus valores se pueden obtener de cualquier página especializada en finanzas.

21 de enero de 2021

Novedades fiscales para el 2021

Los recién estrenados Presupuestos Generales del Estado, los anteriores datan de 2018, traen consigo importantes y relevantes alzas fiscales en el impuesto del IRPF, del IVA y el de Sociedades. Sobre todo, se verán afectadas las rentas altas y las grandes empresas, aunque el consumidor medio, el inversor doméstico y las gigantes tecnológicas internacionales también verán incrementados el pago de impuestos en uno u otro sentido.

Las principales novedades tributarias introducidas por la Ley 11/2020, de Presupuestos Generales del Estado para 2021, se resumen en el siguiente enlace de la Agencia Tributaria. Entre las novedades destaca la modificación general del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) y sus escalas, los tipos de gravamen del ahorro en el IRPF, la escala de retenciones e ingresos a cuenta aplicable a los perceptores de rentas del trabajo, los límites de reducción en la base imponible de las aportaciones y contribuciones a sistemas de previsión social; las modificaciones al Impuesto de Sociedades, al IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido), al Impuesto sobre el Patrimonio y al IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas).

18 de enero de 2021

Impuesto sobre las Transacciones Financieras

James Tobin
El ahorro es uno de los cimientos de la prosperidad al nacer de él la inversión y la acumulación de capital para incrementar la productividad. No exento de impuestos, se le grava a través de las rentas del capital y a través de la tributación patrimonial. Atendiendo a esas dos premisas, tributa por el IRPF, por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, por el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, por el Patrimonio y, ahora, se le añadirá el Impuesto sobre las Transacciones Financieras, que se devengará en el momento de la anotación registral de los valores a favor del comprador en su cuenta. Entró en vigor el día 16 de enero de 2021, es decir, transcurridos tres meses desde la publicación en el Boletín Oficial del Estado.

Este impuesto, que no es una tasa (tributo que paga un consumidor por el uso de un bien o servicio de dominio público), no es algo que surja de las nuevas inspiraciones recaudatorias, ya se creó algo parecido en el año 1694 en la Bolsa de Londres, el Stamp Duty o Tasa de la Reina, con la implantación de un impuesto de sello pagadero por el comprador de las acciones, que debía acompañar al documento oficial para formalizar la compra. Posteriormente, lo propuso Keynes, en Wall Street, para evitar la especulación excesiva de los traders que con sus operaciones aumentaban considerablemente la volatilidad de los Mercados y James Tobin, como buen discípulo, asumió como buena la idea de su maestro y la migró de los Mercados Financieros a los Mercados de Divisas. Tal fue la popularidad del impuesto que se le puso el nombre de “Tasa Tobin”. J. Tobin, estudioso de la política monetaria y fiscal, de las inversiones y de los Mercados Financieros, defendió la idea de que los gobiernos debían de intervenir en la economía de los países con el fin de estabilizar la producción total y evitar las recesiones.

11 de enero de 2021

La Bolsa española despide el 2020 como la peor plaza de Europa

El 2020, conocido ya como el año del COVID-19, termina dejando un lienzo bursátil desigual donde la volatilidad ha sido su marca de identidad. Las Bolsas mundiales cierran un ejercicio donde se han visto caídas muy fuertes, en un fugaz periodo de tiempo, para luego llegar las recuperaciones y tocar, en algunas plazas, niveles máximos nunca vistos. En un principio, el miedo colapsó los Mercados Financieros para después regenerarse; incluso algunos sectores, como el tecnológico, acumulan unas plusvalías que hacen pensar que la crisis sanitaria nada ha tenido que ver con ellos.

El estallido de la crisis sanitaria pilló por sorpresa a inversores y analistas provocando un derrumbe de todos los Mercados, incluyendo activos como el oro que se consideran refugio en época de turbulencia financiera. Ante tal inédita situación, las autoridades monetarias, económicas y sanitarias reaccionaron de una forma coordinada, como nunca se había visto, para atajar un problema económico de tal magnitud que podría haber sido mayor si no se hubiesen tomado ciertas medidas tan contundentes y drásticas.

La caída bursátil del pasado mes de marzo fue de tal envergadura, que la Reserva Federal de los Estados Unidos, el Banco Central Europeo, el Banco de Japón y el Banco de Inglaterra inundaron el Mercado de liquidez monetaria para que a partir de ese momento diese comienzo la recuperación bursátil. Con esa inyección de liquidez, que no viene de ahora sino de la anterior crisis monetaria, se consiguió que se pudiese emitir más deuda, abaratando el crédito y reduciendo el pago de la Renta Fija, lo que provocó un apetito por los activos de más riesgo donde se encontró más rentabilidad.

7 de enero de 2021

¿Qué es el Efecto Enero?

La tarea más difícil del inversor es, sin lugar a duda, predecir, en lo que a rentabilidad se refiere, la evolución que tendrá un activo financiero. Para intentar solucionar este problema se han hecho estudios de toda índole. Uno de los más curiosos, bajo mi punto de vista, es el que se ha realizado sobre lo que los expertos denominan pautas estacionales, anomalías estacionarias o anomalías del calendario obteniendo como resultado que, en ciertas épocas del año, los rendimientos obtenidos son superiores al resto. En esta ocasión me estoy refiriendo a la pauta estacionaria llamada efecto enero pues, enero es un mes seguido por los inversores.

Además de las citadas anomalías nos encontramos con algunas que no dejan de ser curiosas y que están avaladas por estudios: los días de luna llena son los preferidos por los inversores para invertir, aconsejan cerrar posiciones los viernes para abrirlas los lunes. En fin, aunque algunos no crean en ellas hay que considerar que no es posible negar su evidencia y, en la mayoría de los casos, sus resultados.

Atendiendo a lo dicho, se puede decir que el efecto enero es una pauta estacional que consiste en que, según estudios empíricos, durante este mes se producen rentabilidades positivas respecto a las rentabilidades del resto de meses del año. Según estos estudios, este efecto se ha cumplido en la inmensa mayoría de las ocasiones. Por si fuera poco, este efecto marcará el comportamiento que tendrá la Bolsa durante todo el año pues se dice que si enero es alcista el año lo será también.

4 de enero de 2021

Qué es el Scrip Dividend y en qué se diferencia del Dividendo

El dividendo es esa parte de los beneficios o reservas de una sociedad que se reparte entre los accionistas como remuneración al capital invertido, siendo proporcional al número de acciones en posesión y al tipo de éstas.

La crisis está haciendo estragos y las compañías también están pasando lo suyo, hasta tal punto que han optado por eliminar el dividendo en efectivo y lo han sustituido por otra fórmula de retribución denominada Scrip Dividend.

El Scrip Dividend (dividendo en acciones) es otra alternativa más que tienen las empresas para retribuir a sus accionistas siendo, por cierto, desde hace algún tiempo, bastante habitual entre las cotizadas españolas, asignándole nombres como “Dividendo Elección”, “Dividendo Opción”, “Dividendo Flexible” … Su mecánica de funcionamiento no es compleja, pero sí puede entrañar alguna dificultad su entendimiento y por qué las compañías, en un momento determinado, se decantan por este tipo de retribución.

La empresa, en vez de repartir los beneficios destinados a los dividendos, opta por hacer una Ampliación de Capital totalmente liberada, asignándole al inversor tantos derechos como acciones tiene para, al finalizar el proceso, aumentar la compañía el número de acciones en circulación. Los derechos cotizarán en el Mercado y estarán sujetos a la ley de la oferta y la demanda. La compañía anunciará el precio de partida de cada derecho que será el mismo al que la empresa se compromete (o no) a pagar al accionista que quiera venderle sus derechos. Indicará también la proporción del factor de canje y el calendario que seguirá el proceso del Scrip Dividend.

28 de diciembre de 2020

La sopa de letras de la recuperación económica (V, W, U, L, K)

Estando inmersos en una crisis económica y social provocada por la emergencia sanitaria del coronavirus es de vital importancia conocer, cuando desaparezcan las medidas de confinamiento y se vuelva a la normalidad, cuáles serán las formas que recogerán la reactivación de los principales indicadores económicos.

Desde el momento en que una crisis acampa en un país, sea de la índole que sea, se estudian sus consecuencias y de inmediato se pone en marcha la maquinaria de especulación para anticiparse a cómo será la recuperación económica. Para ello, los economistas observan cómo evolucionan los indicadores de actividad, por ejemplo, el Producto Interior Bruto (PIB) y el desempleo, a lo largo del tiempo, y van plasmando todos los resultados en una gráfica que va mostrando la evolución de la recesión económica y su recuperación. Esos gráficos, que van dibujando milimétricamente todo el recorrido que va trazando la economía del país, adquieren unas formas determinadas que son aprovechadas por los economistas y políticos para hacer una analogía con las letras que posteriormente darán nombre a la recuperación de los PIB’s, a la evolución de los Mercados, así como a la actividad de las principales economías. Esas letras del alfabeto, a modo se sopa de letras, son las que indicarán el dibujo de la recesión y de la posible recuperación. De esta forma se habla de V, W, U, L, K y hasta de símbolos como el de la raíz cuadrada o el del logotipo de la marca deportiva Nike (o tick), en función de que la recuperación sea más rápida, más lenta o tenga recaídas inmediatas.

21 de diciembre de 2020

La buena suerte no está en la Lotería


Metidos ya en la última página del calendario, parece que todo nuestro alrededor se transforma para rescatar, año tras año, la magia de la Navidad. Estas fechas, de raíces religiosas, avivan la ilusión de disfrutar de la familia, nos hacen recobrar esos sentimientos plagados de buenas intenciones y, cómo no, nos embriaga el sueño de que podemos ser uno de los agraciados con el Gordo de la Navidad. Y todo se prepara para el momento, incluso se crea un anuncio televisivo convirtiéndose en “trending topic”. Quién no recuerda al calvo de la suerte, o esas últimas historias tan entrañables que nos ayudan a sentir que la fortuna puede llamar a nuestra puerta. El caso es que la Navidad no sería igual si no existiese el Sorteo Extraordinario de la Lotería.

Todos los países tienen su propio sistema de lotería. En España, el más famoso, es el del 22 de diciembre, ostentando el record mundial del sorteo que más años se lleva organizando en el mundo, concretamente desde el 18 de diciembre de 1812, cuando el ministro de la Cámara de Indias pensó en ello como “una medida para aumentar los ingresos del erario público sin quebranto de los contribuyentes”. Se llamó “Lotería Moderna” para diferenciarla de la “Lotería Primitiva” creada por el Marqués de Esquilache. Posteriormente, el 23 de diciembre de 1892, se le comenzó a llamar “Sorteo de Navidad” y cinco años más tarde se imprimían los boletos con ese nombre. Desde su inicio, fueron los niños de San Ildefonso los encargados de cantar los números.

17 de diciembre de 2020

Llegó el momento de planificar la Renta de 2020

Llegó diciembre y con él la última página del anuario fiscal. Momento en el que hay que planificar el IRPF de 2020 para luego presentar su liquidación allá por la primavera de 2021. El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), siendo una figura impositiva de la Hacienda española, es un impuesto de carácter directo, personal, subjetivo, progresivo, periódico y analítico que grava la renta obtenida en un año natural. La presentación del IRPF no es solo darle el visto bueno al borrador que la propia Hacienda se encarga muy gustosamente de hacernos llegar, ni tampoco se trata de rellenar un formulario a través de Renta Web, en definitiva, se trata de un ajuste de cuentas entre el contribuyente y la Agencia Tributaria. Y es que es ahora, en estos días que quedan para que finalice el año, cuando hay que tomar algunas medidas para que la factura del impuesto sea lo más ecuánime posible y esté en consonancia con nuestra actividad productiva: ya sea como asalariado, autónomo o rentista. Los que únicamente hayan percibido rentas por su trabajo habrán sufrido mes a mes una retención a cuenta del impuesto. Los habrá que han percibido rentas del ahorro con una retención inferior a la que corresponda en realidad. E incluso, alguno habrá percibido rentas que no están sujetas a retención como es el caso de la venta de acciones, inmuebles, etc. Pues a todos ellos les ha llegado el momento de ponerse manos a la obra con el fin de reducir todo lo posible el impacto del IRPF cuando se realice su autoliquidación. Opciones hay, sin defraudar, para reducir la factura fiscal con el límite de dejarla a cero. Bien entendido que el ahorro máximo del impuesto está limitado al importe de la cuota resultante de la autoliquidación, porque Hacienda no paga, únicamente devuelve, si llega el caso, las retenciones practicadas.

Existen multitud de ventajas fiscales que son de fácil aplicación y están disponibles para todos los contribuyentes. Sin embargo, debido al “efecto Mateo”, son aquellos con mayor patrimonio y mayores ingresos los que realmente pueden aprovecharse al máximo de todas las ventajas. Por esta razón, es necesario intentar reducir todo lo que se pueda el impacto fiscal haciendo los deberes adecuadamente antes de que finalice el año natural. Los beneficios para el contribuyente también vienen por la vía de una correcta planificación del IRPF. Por lo tanto, el contribuyente deberá tomar las decisiones adelantadas que más le beneficien con el fin de optimizar la factura tributaria: así, se anticipará a tomar las decisiones oportunas antes de que finalice el año; y, por otro lado, deberá posponer otras que, si las toma ahora, serán claramente perjudiciales para sus intereses.